Riego en invernaderos, ¿cómo deben ser? ¿Qué tipos hay?

Hasta los amantes de los cultivos pueden tener un invernadero si lo desean. La razón es que éstos pueden hacerse a pequeña escala también. Eso sí, sean del tamaño que sean, van a necesitar un sistema de riego. ¿Te preguntas cómo deberían ser o qué tipos existen? En este post te contamos todo lo que debes saber sobre el riego en invernaderos.

Tipos de sistemas de riego en invernaderos

Los distintos tipos de sistemas de riego en invernaderos son los siguientes:

-       Riego con microaspersores

-       Riego con difusores

-       Riego subterráneo

-       Riego por goteo

-       Riego con manguera

Veamos cada uno de ellos de forma más ampliada.

Riego con microaspersores

Se trata de unos aspersores muy pequeños y emergentes de la tierra que, dependiendo de la presión que tengan, pueden lanzar el agua hasta 2 metros de distancia desde el suelo. Los hay de tipo móvil que se colocan en la punta de una manguera y se van moviendo para cubrir todo el terreno. El riego por microaspersión, en general, es adecuado para los tipos de tierra arenosas.

Riego en invernaderos con difusores

Los difusores son bastante parecidos a los aspersores y se usan para el riego en invernaderos en zonas más estrechas. La presión del agua en ellos es bastante eficiente ya que se regula de forma manual.

Riego subterráneo

Actualmente es el tipo de riego en invernaderos más utilizado. Se trata de mangueras que son enterradas en la tierra y que cuentan con unas microperforaciones por las que va saliendo el agua. Generalmente se suelen enterrar a unos 10 o 50 centímetros de profundidad para asegurar que el agua llega directamente a la raíz de lo cultivado. La profundidad con la que sea enterrado dependerá del tipo de tierra. 

Riego por goteo

Lo que se pretende con este tipo de riego es colocar la salida del agua justo al pie de cada planta. Hay varios tipos: los de botón y los integrados. Estos últimos se encuentran en la misma tubería. Los más usados suelen ser los integrados no autocompensantes por ser más fáciles de conseguir y tener un precio más accesible. El gran beneficio de este sistema de riego en invernaderos es que permite una gran cantidad de ahorro de agua. Es beneficioso para el cultivo, además, porque mantiene un nivel de humedad constante evitando que se formen charcos.

Riego con manguera

Se trata de un sistema de riego manual, como seguramente ya te estás imaginando. No es muy recomendado por varias razones: no se controla muy bien el agua aplicada, implica mucho esfuerzo por parte de la persona encargada y no se consigue la uniformidad óptima en el riego. Si la manguera no es muy buena, se suelen formar pliegues o dobleces que interrumpen el paso del agua y hacen que se pierda mucho tiempo en corregirlas.

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