Manómetros

Descripción de Manómetros

Se puede definir un manómetro como el instrumento de medición de la presión de un gas o de un líquido como el agua o el aceite. A pesar de la aparición de los modelos digitales, los manómetros analógicos siguen siendo los más demandados. 

¿Para qué sirve un manómetro?

En el caso del manómetro utilizado para sistemas de riego, el que aquí nos interesa, nos ayuda a conocer la presión del agua pudiendo evitar así posibles daños en los cultivos, ocasionados por vibraciones o golpes.

Es un curioso instrumento, que tiene su complejidad así como una larga historia. Pero, ¿cómo podríamos definir bien a este aparato?

¿Qué es realmente un manómetro?

Como decíamos antes, a gran escala, un manómetro de presión es el instrumento que mide la presión de un fluido o un gas. O lo que es lo mismo, un manómetro es aquel instrumento capaz de medir la diferencia de presión entre dos fluidos (ya sean líquidos o gaseosos). O entre dos puntos diferentes de un mismo fluido.

El manómetro se utiliza para medir las interacciones que existen entre distintos fluidos que se encuentran comprimidos o encerrados. De esta forma pueden ser manejados en condiciones de seguridad y sin contraer apenas riesgos. 

Como mencionábamos al principio, un manómetro no solo está fabricado para medir la presión de líquidos. También hay manómetros que están diseñados para medir la presión de diferentes gases. Sin ir más lejos, es el aparato que nos encontramos en las gasolineras que nos indica la presión de aire de nuestros neumáticos. 

Por lo tanto, una definición más completa de manómetro sería la de un instrumento que sirve para medir la presión de ciertos fluidos (líquidos o gases) que se encuentran comprimidos en distintos espacios cerrados o contenedores. 

Y llegados a este punto, vamos a pasar a explicar también cuáles son sus diferentes elementos, así como su función exacta y de qué manera mide la presión el manómetro. 

¿Cuáles son los elementos principales de un manómetro de presión?

El elemento principal que constituye un manómetro de presión común es lo que conocemos como tubo de Bourdon. Es un tubo alargado y enrollado en espiral que tiene un extremo abierto y otro cerrado. 

El extremo abierto está conectado a una boquilla, que irá directamente al fluido. El otro extremo estará conectado al dial, que contiene la aguja que nos indicará la presión del fluido.

Por lo tanto estamos hablando de que un manómetro se compone principalmente del tubo de Bourdon, la aguja, el dial (generalmente giratorio), un puntero metálico y una conexión. 

Cabe recordar que este tubo cuenta con dos extremos, uno cerrado y otro conectado directamente con el fluido que ejerce la presión.

Y conociendo los principales elementos que componen un manómetro vamos a explicar la clave de todo; su funcionamiento. 

¿Cómo funciona un manómetro?

Ahora que ya sabemos bien lo que es un manómetro nos interesa conocer su funcionamiento. Como decíamos, este aparato mide la presión de determinados fluidos (líquidos o gaseosos). O más bien la diferencia de presión. 

Al encontrarse estos fluidos en un recipiente cerrado, normalmente van a tener una presión absoluta distinta a la presión atmosférica. Esta diferencia entre ambas presiones es lo que mide un manómetro de presión

La presión atmosférica es el valor que se toma como referencia de este instrumento. El manómetro mide la diferencia de presión real o absoluta y la presión atmosférica. A ese valor lo llamamos presión manométrica. De esta manera, el resultado que arroje el manómetro podrá estar por encima o por debajo del valor de referencia (presión atmosférica).

Normalmente, los manómetros que más se utilizan suelen ser dispositivos analógicos. Cuentan con un dial circular y un puntero que se acciona de forma mecánica. Pero como ya hemos mencionado, también existen (como no podía de ser otra manera) los manómetros digitales. Estos manómetros suelen disponer de una pantalla digital y otras características adicionales, tales como la incorporación de alarmas o la retransmisión inalámbrica del valor indicado.

Aún así, como ya hemos señalado anteriormente, los manómetros analógicos siguen siendo los más demandados. Tienen una gran fiabilidad y un buen precio en relación a sus prestaciones. 

Los tiempos cambian y es normal que el manómetro se vaya adaptando también. Y es que estamos hablando de un invento con una larga historia detrás.

  Los orígenes del manómetro

La medición de la presión de un líquido o un gas en un recipiente se remonta hasta tiempos de Galileo Galilei. Este gran personaje realizó múltiples experimentos relacionados con el bombeo por presión

En 1594, Galileo Galilei obtiene la patente de una máquina para bombear agua de un río, con la finalidad del riego de tierras. El centro del bombeo era una especie de jeringa. Descubrió, entre otras cosas, que 10 metros era la altura límite a la que podía llegar el agua succionada, pero no encontró ninguna explicación para este fenómeno. 

Muchos científicos siguieron experimentando con estas presiones durante años, pero no sería hasta el año 1644 en el que Evangelista Torricelli dio a conocer el primer manómetro de la historia. En concreto lo hizo llenando un tubo de un metro de largo sellado herméticamente con mercurio y colocándolo de forma vertical. Este tubo tenía, como ya podrás adivinar, un extremo abierto y otro cerrado. 

Dicho extremo acababa en un recipiente con mercurio y observó que, de forma invariable, la columna de mercurio bajaba unos 760 mm, dejando un espacio vacío sobre este nivel. 

Torricelli atribuyó este fenómeno a alguna fuerza sobre la superficie de la tierra, pero nunca llegó a saber exactamente de dónde provenía. 

Durante los siguientes años varios químicos y físicos siguieron investigando sobre los experimentos de Galileo y Torricelli, como Pascal, Robert Boyle o Gay-Lussac (que estableció la relación entre presión y temperatura).  Pero no sería hasta el s.XIX donde Eugène Bourdon, un relojero e ingeniero parisino, inventó y desarrolló en el año 1849 el manómetro Bourdon, un manómetro de presión que sigue siendo, a día de hoy, de los más utilizados. 

Por lo tanto, podríamos decir que fue Eugène Bourdon, con permiso de Torricelli, el verdadero inventor del actual manómetro de presión. Este instrumento se basa en un principio muy simple, el del tubo de Bourdon (recordemos el tubo en espiral con un extremo abierto y otro cerrado).

El manómetro de Bourdon es uno de los manómetros más usados en la actualidad. Pero con el paso de los años, diferentes científicos e ingenieros han ido desarrollando otros modelos más específicos. 

Tipos de manómetros

Como ya hemos mencionado, podemos encontrar varios tipos de manómetros en la actualidad: 

Manómetro de Bourdon o tubo de Bourdon

Tal y como acabamos de señalar más arriba, el manómetro de Bourdon no consiste en otra cosa que en un tubo de metal hermético que se encuentra cerrado en uno de sus extremos. Este tubo se enrolla formando una espiral. 

Manómetro de dos ramas abiertas (o de vidrio en U)

La versión más simple de este manómetro consiste en un tubo de vidrio doblado en forma de U que contiene un líquido. Una de las ramas del tubo está abierta a la atmósfera mientras que la otra está conectada al recipiente en el que se encuentra el fluido cuya presión se quiere medir. 

Manómetro truncado

Este manómetro se utiliza sobre todo para medir pequeñas presiones gaseosas. Su concepción es simple. Es un barómetro de sifón con sus dos ramas cortas. 

Como en el anterior caso, una de las ramificaciones estará unida al depósito en el que se encuentra la sustancia cuya presión queremos medir. Por el contrario, en la rama cerrada del manómetro se formará una estructura conocida como vacío o cámara barométrica.

Manómetro metálico o aneroide

Este tipo de manómetros son barómetros que han sido modificados de tal manera que, en el interior de su caja, actúa la presión que queremos medir, mientras que en el exterior actúa la presión atmosférica. 

Estos son los tipos más comunes de manómetros que podemos encontrar. Pero existen otras clasificaciones dependiendo de otros factores.

Por ejemplo, al manómetro de Bourdon podemos clasificarlo según su diámetro, su elemento sensible o el material de fabricación. Según esta última clasificación, los más comunes que podemos encontrar son los que contienen glicerina. 

Este compuesto, debido a su viscosidad, amortigua las posibles vibraciones que pueda sufrir el manómetro, previniendo la condensación y prolongando la vida del mismo. Sin la glicerina, la aguja se movería dependiendo de las vibraciones, produciendo posibles desviaciones de la medida.

Los manómetros de glicerina están indicados para la lectura de la presión del agua. Están diseñados para ser instalados en ambientes con agentes corrosivos, vibraciones excesivas, grandes cantidades de polvo o en lugares en los que la presión de la línea tenga golpes de ariete provocados por cambios bruscos de presión.  

En Mundoriego contamos con una estupenda selección de varios manómetros de glicerina disponibles según las necesidades de presión que demande la instalación del sistema de riego. Hemos seleccionado este tipo de manómetros por ser los que tienen una mayor fiabilidad y durabilidad.

Si tienes alguna duda relacionada con nuestros manómetros de presión de agua o cualquier otra consulta, puedes ponerte en contacto con nosotros en el teléfono +34 655 968 154. O si lo prefieres, puedes escribirnos un email a info@mundoriego.es

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