Las tuberías de PVC son las más utilizadas a nivel general y ofrecen una lista larga de ventajas frente a las de cobre, las segundas más usadas. Estas tuberías han ido, poco a poco, aumentando su popularidad hasta convertirse en la primera opción para redes de abastecimiento de agua potable, aguas pluviales y sistemas de riego.

Las tuberías de plástico son las más económicas y, entre otras cosas, ofrecen las ventajas de ser más ligeras y tener un gran poder aislante, razón por la que son usadas en edificios públicos y privados para la gestión del agua.

Hay varios tipos de plásticos: el cloruro de  polivinilo (PVC) y el polietileno son los más usados debido a su polivalencia. El polietileno resulta muy adecuado para redes de distribución de gas. También existe el polipropileno que se usa para las canalizaciones sin presión. Como se puede apreciar, se trata de soluciones económicas y muy versátiles aunque donde más suelen ser empleadas son en canales o redes de distribución de agua como en los sistemas de riego.

Las tuberías de PVC son muy ligeras, lo que hace que su manipulación y transporte sea muy sencillo. Requieren muy poco mantenimiento y no transmiten olor o sabor alguno al contenido que soportan y transportan. Tienen un excelente comportamiento ante el fuego porque, de hecho, no son combustibles, tienen menor conductividad térmica que las tuberías de metal por lo que no ejercen influencia sobre el líquido que transmiten y soportan muy bien las presiones altas.

Otra gran ventaja de las tuberías de PVC es que permiten realizar canalizaciones sin la necesidad de uniones lo que reduce notablemente el riesgo de fuga. También permiten un gran ahorro económico al reducir los costes tanto en la adquisición del material, como en el almacenamiento y en la realización de obras cuando se trata de usar las tuberías de PVC para proteger cables subterráneos ya que la instalación y desmontaje de los mismos puede hacerse de manera sencilla sin necesidad de abrir ninguna de las vías.

Las tuberías de cobre, por su parte, cuentan con prácticamente las mismas ventajas que las tuberías de PVC aunque su coste es mayor y para su uso si es necesario realizar uniones. Estas tuberías pueden ser las preferidas para sistemas de abastecimiento de agua potable ya que, por sus características, limita y minimiza el riesgo de proliferación de bacterias. Sin embargo, las tuberías de PVC muestran un mayor y mejor rendimiento en sistemas de riego donde pueden aprovecharse el 100% de sus ventajas, incluido el ahorro económico debido a su menor coste, entre otros.

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